lunes, 3 de febrero de 2014

¿A QUÉ JUGABA PHILIP SEYMOUR HOFFMAN?

Phillip Seymour Hoffman tenía 46 años. Parecía bastante más, y su físico no daba deportista. En Capote, el protagónico que lo llevó a Oscar en 2006, no interpretó precisamente a un hincha de Racing o la vida del dos de Defensa y Justicia. Sin embargo, este fenomenal actor que acaba de descender a la B Nacional de la vida misma, coqueteó un poco con los deportes en su enorme carrera profesional. De hecho, PSH fue guardavida en un spa (trabajo del que resultó despedido) y siempre adujo que una lesión le impidió desarrollar una carrera deportiva en la secundaria, aunque era hincha de los New York Jets, equipo de la NFL que juega de local en el MetLife Stadium, donde ayer se disputó el Super Bowl.

Pero vamos a la gran pantalla. Hoffman debutó en cine en 1991 con un papel secundario en una película con nombre y connotación deportiva, que no fue estrenada en la Argentina: Triple bogey on a par five hole (algo así como Triple bogey en un hoyo de par cinco). Se trata de la historia de un guionista que se pone a investigar sobre tres chicos de clase media cuyos padres, una pareja que estafaba golfistas, fueron asesinados.

Afiche de Triple bogey on a par 5 hole, debut cinematográfico de Philip Seymour Hoffman (1991).

Después, podemos elaborar una lista que contiene filmes como El gran Lebowski (1998), una en la que interpreta a Brandt, asistente del mismísimo Lebowski, en la que el bowling es tema central. O también Los juegos del hambre: En llamas (2013), una de unos cuasi Juegos Olímpicos post apocalípticos, en la que se pone en la piel de Plutarch Heavensbee, un jefe rebelde.

Otra conexión con el deporte en la carrera de PSH se da en Owning Mahowny (2003). Aquí tiene el papel principal: un altísimo ejecutivo del mayor banco canadiense, fanático de los deportes, adicto a su trabajo, aparentemente inofensivo, pero que termina realizando la mayor estafa bancaria en la historia de Canadá, para poder pagar sus deudas de juego. Una historia real.

En Moneyball (2011) ya el vínculo con el deporte es más estrecho: es el entrenador de los Oakland Athletics, un equipo que no la está pasando bien en la  liga profesional de béisbol de Estados Unidos, y al que quiere renovar su manager general, Billy Beane (Brad Pitt), con una forma de reclutamiento de jugadores solo basada en ciertas estadísticas. Se pelea con Pitt, pero al final, la fórmula de Brad da resultados y Philip se tiene que comer los mocos. También basada en un hecho real.

Philip Seymour Hoffman en Moneyball. 

Pero su máxima actuación y única con contacto real con el balón se produjo en Mi novia Poly (2004). En esta comedia, Philip Seymour Hoffman protagoniza una de las mejores escenas deportivas en películas no deportivas en la historia del cine. Lyle es un actor al que solo se lo recuerda por un papel en una película de hace muchos años y le está pagando a dos tipos para que hagan de cuenta de que están grabando imágenes de su vida par aun reality. El es el mejor amigo de Reuben (Ben Stiler), que está tratando de rehacer su vida con Poly (Jennifer Aniston), luego de que su esposa lo engañara en plena luna de miel.

Las charlas entre los amigos se dan en un playground de básquet y, entre confesión y confesión, PSH se relata sus propias jugadas y sus tiros como si fuera un relator de ESPN en un juego de NBA, aunque no le pega ni al parquet. Expresiones como “Let it rain” al tirar a cualquier lado o “White Chocolate” (por el ex base de Miami Heat Jason Wiliams), mientras intenta una penetración con pase sin mirar que se va a cualquier lado.

Aquí la escena, en homenaje al mejor-peor jugador-relator de básquet en la historia del cine.